Parece que cada día que nos despertamos ha aparecido una nueva tecnología, una nueva red social, un aparato completamente disruptivo que cambiará nuestras vidas para siempre. La evolución de las herramientas digitales ha sido tan vertiginosa que raramente se da la oportunidad de evaluar hasta qué punto éstas son un aporte real al bienestar de los seres humanos.
Fue justamente esa la pregunta que se hizo el prestigioso Pew Research Center en su reporte titulado “El futuro del bienestar en un mundo saturado de tecnología”. En él, más de mil expertos y académicos de diversas industrias aportaron sus propias conclusiones respecto al impacto que tiene este mundo interconectado en la vida de los seres humanos. Ante la pregunta: ¿Crees que estas tecnologías ayudarán o perjudicarán al bienestar de las personas en la próxima década? Un 47% opinó que serán un aporte, un 32% que serán negativas y un 21% dijo que no habrá cambios significativos respecto a la situación actual.
El reporte profundiza en tres ámbitos: los beneficios, las amenazas y las potenciales soluciones a dichas amenazas. Entre los beneficios que se reconocen con mayor frecuencia están la posibilidad de conectarnos con seres queridos, la mejora concreta de negocios, gobiernos y de grupos específicos en la sociedad civil, la capacidad de desarrollar nuevas tecnologías en múltiples ámbitos (salud, ciencia, recursos) y, en general, la mejora de distintos aspectos de la vida de las personas, como el desarrollo individual, la libertad de elegir un camino propio y conocer a gente similar a uno.
Entre los aspectos negativos más mencionados aparecen la disminución de las capacidades cognitivas de las personas (pensamiento analítico, memoria, creatividad), la adicción a las plataformas digitales, las amenazas a la seguridad y la privacidad, la sobrecarga de información (así como la desinformación a partir de las fake news) y la desconfianza interpersonal y hacia instituciones básicas de la sociedad.
Finalmente, las mayores oportunidades que los expertos observan para el futuro están la capacidad de mejorar el desempeño de las instituciones y leyes que rigen a las sociedades, cambiar los modelos educacionales actuales para que ayuden a las personas a aproximarse a la tecnología de un modo saludable, y también los beneficios en múltiples ámbitos de la vida de las personas provenientes de tecnologías como la inteligencia artificial y la realidad virtual.
En resumen, se trata de un estudio fascinante sobre el estado actual de las sociedades digitalizadas y las enormes oportunidades -y también los potenciales peligros- que se nos vienen por delante y a los que necesariamente tendremos que adaptarnos en las próximas décadas.