Prendes la tele y te golpea la realidad. Cifras de Covid-19 al alza, asaltos, crisis económica… en medio de las malas noticias, es un bálsamo encontrar buenas historias que devuelvan la fe en la especie humana.
Una de esas es la protagonizada por nuestros amigos de Aplica, Fundación sin fines de lucro que apoya la educación de niñ@s, familias y comunidad de Acevedo, sector rural de la comuna de Isla de Maipo.
Conexión en pro a su educación
En cumplimiento de su misión, Aplica acaba de hacer llegar unos computadores refaccionados por Fusiona a los niños y niñas del lugar.
“La donación de Fusiona permite que los niños y las familias se conecten a Internet para continuar su proceso educativo”, señala Álvaro Pacheco, Presidente de Aplica.
El sector donde vive la comunidad de Acevedo, tiene altos índices de deserción escolar, alcoholismo y también de trabajo infantil.
Por esa realidad la Fundación realiza reforzamientos educativos para los niños y niñas, talleres de Crianza para el amor destinado a las madres y distintas campañas para reunir útiles escolares o parkas en invierno.
Para Francisco Jalilie, gerente de administración, finanzas y bienestar de Fusiona, ayudar es tremendamente gratificante:
“junto al equipo de soporte se prepararon y refaccionaron ocho equipos que se entregaron la semana pasada, son equipos que podrán ayudar a que los niños se conecten a internet y hagan sus tareas…para Fusiona es una alegría inmensa poder ayudarlos, porque en un mundo tan individualista, tener la posibilidad de ayudar a otro a través de la empresa…nos llena el alma”.
Y así como Fusiona colaboró con ocho computadores, los trabajadores de El Coordinador Eléctrico Nacional donaron un año de internet para que la comunidad pueda conectarse al mundo.
De la intención a la acción
La pandemia y la crisis nos han hecho replantear muchas cosas en todos los niveles. Para el presidente de Aplica, este último tiempo ha sido también para reforzar el trabajo que realizan.
“El 80% de las personas que nacen pobres mueren pobres. Esa es una realidad que debemos cambiar a través de una ayuda continua y colectiva. Invitamos a más personas, empresas y amigos a compartir, a no quedarse solo en las buenas intenciones y pasar a la acción. Les invitamos a actuar de corazón y con urgencia…tomen en cuenta lo que significa apoyar a un niño en su educación, cambiarle el rumbo a alguien, verlo crecer y surgir, desarrollar una mirada crítica, creativa y libre para que tome sus propias decisiones”, señala Álvaro con pasión.
Y como no, si la ayuda se hace cuerpo en la sonrisa de los niños o en el orgullo de José Santander, el primer joven (de ojalá muchos) apoyado por Aplica que ha podido estudiar y que hoy está a punto de titularse de abogado.
¿Te gustaría colaborar?
Te invitamos a compartir esta noticia para que más personas conozcan a Fundación Aplica o si tu empresa tiene equipos que aún tienen vida útil para donar y así ayudar a la educación de más niños.